Epifanía

Antenoche, mientras discutía con mi hermana mayor, sentí que al fin me liberaba de la carga de dolor que llevo dentro.
Creo que por mucho tiempo, me mantuve en mi jaula, intentando contener a este volcán que llamo "mis emociones"
Es una tontería. Tengo depresión endógena, no es algo que se irá, pero ya estoy demasiado grande como para aprender a vivir con ello.
Quería aferrarme a esa niña fría que me ha ayudado a sobrevivir, tan desesperadamente, que he estado limitando a la real.
Tengo miedo de ser dulce con alguien y luego, que me manden por un tubo; que las cosas que planeo no salgan como quiero; que me quede encerrada en una familia que, si bien quiero, no soporto ni a tres pasos de mí; tengo miedo al fracaso en todos los sentidos.

¿qué hago sentada aquí sin aprovechar mi vida al 120%? Es algo que ya decidí frenar.
Estoy fomentando la depresión a un nivel insano, y ahora es cuando logro ver las cosas con claridad, nací para brillar, no para mantenerme en un rincón oscuro quejándome, ¡basta ya!

Así que me hice un listado de cosas para realizar:

1. Conseguir la práctica e ir a las entrevistas, aunque sea arrastrando los pies y con la almohada siguiéndome

2. Hacer una buena tesis, que eso es fundamental

3. Irme a vivir al norte

4. Terminar con el libro y dedicarme a ello, sin importar los recuerdos agridulces que me vengan a la mente

5. Dejar salir a la chica dulce y bondadosa que vive en mí, sin temor alguno

6. Tener una labor más activa con las causas sociales que apoyo

7. Sonreír más y regalarle una sonrisa a alguien, aunque me mire con cara de pocos amigos :P

Adiós a la Emilia fría y malhumorada :P