Nyu

miércoles, 26 de enero de 2011

Embarradísima ¬¬

¿qué hace que un eterno aspirante a escritor sea bueno?
En eso me encuentro, tratando de descifrar que diablos quiero a la hora de escribir.
Mi cabecita terca como una mula no me deja avanzar ¬¬ Y lo confieso o más bien, lo grito a todo pulmón (como un lujo de no fumadora, ya saben, cigarro, de lo otro mejor callo jaja) Como decía anteriormente: ¡me detesto! ¬¬

De pequeña, las ideas me llegaban a raudales, tenía iniciativa, pasión, ¿y qué me queda ahora a mis 24 años? T_T Una quejicas de mierda ¬¬
Mi decadencia ha llegado, o quizás, pido a gritos algo de tristeza. Una de esas intempestivas que me llenen de creatividad. Detesto la alegría, es un pésimo negocio, que me limita y me corta las alas sin piedad alguna.

Sé que suena loco, y bueno, soy una loca, una más, pero necesito el puñal clavado en mi corazón, que me inyecte algo que sé que está en el fondo de mí, ¿es mucho pedir? ¿es tan difícil sacarlo? ¿o debo usar mi acostumbrada violencia? ¬¬

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